El Boston Globe examinó recientemente el modo en que varias instituciones de enseñanza superior de Massachusetts gestionan de forma responsable las importantes acumulaciones de materiales reutilizables en el campus. Cuando los estudiantes universitarios abandonan el campus al final del curso, dejan atrás grandes cantidades de muebles, electrodomésticos, ropa y otros enseres. Además, muchos centros se quedan con el excedente de pupitres, sillas y mesas cuando realizan mejoras periódicas en los edificios del campus.
Los responsables de los campus están desarrollando nuevas estrategias para evitar que estos artículos sobrantes acaben en la basura. Muchos institutos y universidades de Massachusetts han puesto en marcha soluciones creativas para reducir los residuos de fin de curso reutilizando, vendiendo o donando artículos de segunda mano. Aunque la naturaleza exacta de cada programa varía según la institución, los factores comunes suelen incluir el compromiso de la escuela de reducir los residuos y la presencia de un grupo motivado de estudiantes o voluntarios de la comunidad para ayudar con la implementación. Algunas facultades y universidades han establecido sistemas para conservar los artículos temporalmente no deseados dentro de su alumnado, mientras que otras recurren a soluciones orientadas a la comunidad:
- Cada primavera, estudiantes de la Universidad de Tufts preocupados por la sostenibilidad recogen artículos por todo el campus. En otoño, los ofrecen a los estudiantes nuevos y antiguos en una venta de vuelta al cole, cuyos beneficios se destinan a programas estudiantiles y obras benéficas locales.
- En el Emerson College, la Oficina de Sostenibilidad crea tiendas de segunda mano temporales en el campus al final de cada curso escolar. Amy Elvidge, Coordinadora de Sostenibilidad de Emerson, informa que los estudiantes aprecian saber que sus pertenencias no deseadas se quedan en el campus y benefician a otros estudiantes.
- La Universidad de Harvard cuenta con un Centro de Reciclaje y Excedentes de 7.000 pies cuadrados que acepta muebles, suministros y equipos no deseados de casi 500 edificios del campus. Durante dos horas a la semana, el almacén está abierto al público y todos los artículos están disponibles sin coste alguno. El programa ha despertado un gran interés en la comunidad local, y los clientes hacen cola antes de que abra el almacén cada semana.
- La Universidad de Boston colabora con Morgan Memorial Goodwill Industries colocando contenedores de donación en varios lugares del campus. Desde que se inició esta colaboración hace nueve años, la Universidad de Boston ha donado más de 600 toneladas de artículos a Goodwill, 79 de ellas el año pasado.
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